En ese entonces la colonia contaba con una única autoridad que era el juez de paz. Casualidad había sido que el actual había sido destituido dos días antes y ese día no había autoridad ¿qué hacer? .Se reunieron los más caracterizados vecinos y se nombró una comisión que salió en persecución de los asesinos. Poco después, salió otra comisión encabezada por Don Fabián Doryet, que era comisario de Casilda. Doryet tenía un distintivo y un enorme sable que lo diferenciaba de los demás como jefe. Se decía de él que era un tipo rudo y que había puesto en su lugar a más de cuatro hombres que venían hacia él. Doryet era suizo de nacimiento, pero a su vez era el más criollo de todos los presentes.
La comisión fue integrada por cinco hombres más Doryet.
A poco de iniciada la persecución hallaron a dos asesinos .Uno era hermano de Hilario de nombre Heraclio y el otro era de un poblado lejano y no se supo su nombre. Esos individuos fueron puestos en custodia de un grupo de hombres un una cárcel y éstos los vigilaban y alimentaban hasta que se decidiera qué hacer con ellos, pues faltaban ortos y sobre todo la cabeza principal.
La comisión recorrió gran número de poblaciones hasta llegar a Rufino. Allí se enteraron que los asaltantes se habían separado y que Hilario se dirigía hacia Villa María, Córdoba; y hasta allí lo persiguió la comisión, que llevaba casi un mes de búsqueda.
Al llegar a Villa María, se enteraron que Hilario ocupaba una casa por los alrededores de la ciudad. Tomadas las precauciones, rodearon la casa y en un momento, cuando el fugitivo, ajeno a lo que ocurría decide salir a tomar mate, surge de unos arbustos Don Fabián Doryet con un arma apuntándole a este directo al pecho, a quemarropa y sin temblarle el pulso. Al instante, sorprendieron también desde sus escondites también los demás miembros de la comisión y lo arrestaron, sujetaron y esposaron a Hilario. Ya con el objetivo cumplido retornaron a Carcarañá con Hilario prisionero.
La comisión fue integrada por cinco hombres más Doryet.
A poco de iniciada la persecución hallaron a dos asesinos .Uno era hermano de Hilario de nombre Heraclio y el otro era de un poblado lejano y no se supo su nombre. Esos individuos fueron puestos en custodia de un grupo de hombres un una cárcel y éstos los vigilaban y alimentaban hasta que se decidiera qué hacer con ellos, pues faltaban ortos y sobre todo la cabeza principal.
La comisión recorrió gran número de poblaciones hasta llegar a Rufino. Allí se enteraron que los asaltantes se habían separado y que Hilario se dirigía hacia Villa María, Córdoba; y hasta allí lo persiguió la comisión, que llevaba casi un mes de búsqueda.
Al llegar a Villa María, se enteraron que Hilario ocupaba una casa por los alrededores de la ciudad. Tomadas las precauciones, rodearon la casa y en un momento, cuando el fugitivo, ajeno a lo que ocurría decide salir a tomar mate, surge de unos arbustos Don Fabián Doryet con un arma apuntándole a este directo al pecho, a quemarropa y sin temblarle el pulso. Al instante, sorprendieron también desde sus escondites también los demás miembros de la comisión y lo arrestaron, sujetaron y esposaron a Hilario. Ya con el objetivo cumplido retornaron a Carcarañá con Hilario prisionero.